El rincón de los libros: Eleanor & Park, de Rainbow Rowell

Ya no intentaba evocar su recuerdo.

Eleanor & Park es la segunda novela de la aclamada escritora estadounidense Rainbow Rowell y supuso el lanzamiento a la fama de la autora debido a la enorme popularidad que logró al ser elegida como uno de los 10 mejores libros del año en Amazon y la mejor novela de ficción del año por Goodreads.

Eleanor & Park nos cuenta la historia de amor entre dos jóvenes marginados. Eleanor, una chica pelirroja y gorda procedente de una familia pobre y con un padrastro maltratador quién, nada más llegar al instituto se convertirá en objeto de burlas por sus compañeros, y Park, un chico asiático que no termina de encajar del todo. 

Del odio al amor

Una de las cosas que más me ha gustado de esta novela es el hecho de que no es la típica historia de amor entre dos jóvenes, que es lo que  yo me temía, sino que, por el contrario, es va un paso más allá. No es solo que esté magníficamente escrito, sino que, además, no se muestra el amor adolescente como algo idílico en el que todo es perfecto, sino que se muestra como algo real, con sus altibajos y sus disputas. Y, sobre todo, la historia de Eleanor y de Park da para pensar. Además, este libro tiene una de las frases que más me enamora de toda la literatura: 

Eleanor tenía razón. No era guapa exactamente. Emanaba algo artístico, y el arte no busca ser bonito; busca despertar tus sentimientos.

Algo curioso de este libro, y que no se suele ver en muchas novelas, es el hecho de que los protagonistas, en un principio, se odian. Pero se odian a rabiar. En el primer instante en el que Park ve que Eleanor se sube en el autobús escolar, su único pensamiento es que la nueva, que parece tan extraña, no se siente a su lado. Lo único que él quiere es conservar el privilegio de tener todo el asiento para él solo, mientras que Eleanor no deja de estar a la defensiva desde el primer momento, consciente de que su nueva vida no va a ser fácil en absoluto.

La rubia —y todos los demás en realidad— habían detestado a Eleanor antes de verla siquiera. Como si se la tuvieran jurada de una vida anterior.

Eleanor y Park son polos increíblemente opuestos con algo en común: el amor por la música y los cómics. Creo que este fue el gran acierto de Rowell al escribir este libro, el hacer que sus personajes se enamoren por culpa de la cultura popular (porque estoy convencidísima de que muchas parejas han nacido, si no igual, sí que de manera similar a como surgió el amor entre Eleanor y Park). Cuando Eleanor descubre los cómics que lee Park, todo cambia entre ellos. De pronto, ya no se odian, sino que tienen algo de lo que hablar, un tema del que discutir. Para Eleanor, los cómics y la música es una manera de abstraerse, de huir de la penosa realidad que vive en su casa, de olvidar por un momento que su padrastro psicótico padrastro pega a su madre por las noches o va pegando tiros al aire cuando los críos le molestan. Los cómics le permiten huir del presente e incluso, le hacen recordar un tiempo lejano en el que podía permitirse tener cosas para ella. Los cómics de Park, que para él no son más que un entretenimiento, para ella singnifican un mundo. El mundo que les une.

—No te gusto... —apuntó Park mientras se apretaba la base del teléfono contra la costilla inferior.
—No me gustas, Park —repitió Eleanor en un tono que, por un instante, sonó como si hablara en serio—. Yo... —su voz casi se esfumó— creo que vivo por ti.

Pese a que se trata de una novela romántica (y que hay partes sentimentales), no se hace demasiado empalagosa. Precisamente las partes dulces son las que hacen que la novela sea creíble, porque, nos guste o no, cuando nos enamoramos, somos así. Y quien diga que no, miente como un bellaco. Aunque, como sabéis, soy una hater total de las historias empalagosas, esta no se me hizo demasiado dulce sino que, por el contrario, hubo algunos momentos en los que logró ponerme la piel de gallina.
Aunque ambos protagonistas son personajes muy trabajados, sin duda, tengo que dar desde aquí mis felicitaciones a la autora por la increíble profundidad del personaje de Eleanor, que está muy depurado. Creo que Eleanor se comporta exactamente como lo haría una joven en su situación, y, aunque a veces toma decisiones que puede que no parezcan muy lógicas a ojos de los adultos (como por ejemplo, no coger una cinta de música del chico que te gusta o salir al colegio sin coger los libros), pero, poniéndose en la piel de una adolescente que solamente intenta encajar, tiene mucho más sentido.

A ese paso, iba a acabar por contarle la historia de su vida. Quizás de camino a casa le dijese que no tenía teléfono ni lavadora ni cepillo de dientes.

Otra de las cosas que más me ha llamado la atención ha sido la manera en la que se trata el tema del maltrato a la mujer, no desde el punto de vista de la mujer que lo sufre, sino desde el punto de vista de los hijos. Es curioso cómo Eleanor no solamente no encaja en el colegio, sino que tampoco encaja ya ni en su propia familia. Después de que su padrastro la echase de casa durante un año entero, durante el cual se tuvo que ir a vivir con sus tíos, Eleanor se encuentra que, a su vuelta, su propia familia ha cambiado. Sus hermanos ya no odian a su padrastro como antes, sino que, ahora, está completamente sola para todo. Eleanor vive como si fuese una sombra, ocultándose de toda su familia, pasando la mayor parte del tiempo posible en su habitación, sin hacer ruido. Sin despertar la ira de su padrastro.

—¿Tú también le llamas papá? —preguntó Eleanor.
—Ahora es nuestro padre —repuso Maisie.

 Aunque Park creo que es un completo AMOR de personaje, es inevitable que, en toda la novela, el peso recaiga sobre Eleanor, y eso es un fallo que le veo. No es una novela igualada porque ambos no viven en la misma situación. Sí, vale, el padre de Park es estricto, pero, al menos, su familia le quiere. A Eleanor ni eso. Por eso, es inevitable que empaticemos más con una que con el otro, porque, al fin y al cabo, los problemas de Eleanor son problemas de los de verdad.

SPOILER. PASA EL RATÓN POR ENCIMA PARA SEGUIR LEYENDO.
Y, sin embargo, es curioso cómo, al final, el que acaba llevando todo el peso es Park. Porque cuando Eleanor tiene el desagradable incidente con Richie, es Park el que le acaba ayudando a solucionar su problema, y el que la acaba sacando de todo el estercolero que era su vida. Y creo, sin embargo, que Eleanor no se lo agradece como es debido, sino todo lo contrario. Desde aquí os diré que este final me dejó con bastante mal sabor de boca y que no me lo esperaba en absoluto de un personaje que, durante toda la novela, se había mostrado tan fuerte y tan resiliente. 
FIN DEL SPOILER.

Pese a todo, me ha encantado este libro. La manera de escribir de Rowell, tan cercana y juvenil, me pareció que encajaba totalmente con la temática de la novela, y los diálogos de los personajes eran completamente naturales. Creo que este libro muestra una cara distinta del amor adolescente que la que solemos ver, y eso me parece algo realmente enriquecedor. Sin duda, declaro que, de aquí a la posteridad, me llevo a Eleanor, a Park, a los Smiths y a los Watchmen en el corazón.

Y, sin más dilación, yo me despido...

¡Hasta la próxima aventura!