19/5/19

El rincón de los libros: Éramos unos niños, de Patti Smith


Yo estaba durmiendo cuando él murió. Había llamado al hospital para desearle las buenas noches como siempre, pero la morfina lo había dejado inconsciente. Me quedé escuchando su respiración fatigosa, sabiendo que ya nunca volvería a oírlo. 
Éramos unos niños es la penúltima novela de la cantante y compositora Patti Smith, en la que la autora nos habla, de forma autobiográfica, de sus duros comienzos, de su relación con el fotógrafo Robert Mapplethorpe y de cómo llegó a ser la diosa del rock que es a día de hoy.

Patti Smith, fotografiada por su hermana en París, 1968

Unos niños con mucho potencial

Aunque no conozcáis a Patti Smith (que deberíais escucharla porque es una diosa) y aunque no os interese su música, creo que este es un libro que hay que leer para entender la vida en general. Es una obra en la que se entremezclan de una manera única la autobiografía, la poesía y la reflexión personal (todo muy a lo Patti Smith) con el único objetivo de que conozcamos no solamente a los inseparables Patti Smith y Robert Mapplethorpe, sino también que seamos capaces de vivir un momento tan mágico como fue la época dorada de la creación artística estadounidense: los años 60 y 70.



Lo bonito de este libro (y lo que lo hace diferente de tantas y tantas autobiografías de cantantes), es que es una obra que trasciende la música y que va más allá incluso del arte y de lo artístico. Es un libro que habla de lo que es ser joven y estar buscando un lugar en el mundo cuando aún no se tiene mucha idea de cómo funciona el mundo exactamente. Este libro me ha parecido de lo más bello porque creo que, cualquier persona que tenga algún tipo de aspiración artística o vital se va a sentir identificad@ con Patti Smith en algún punto u otro. Las experiencias de Patti son tan universales que os va a resultar complicado no veros a vosotros mismos en alguna  página de este libro. Y, sin embargo, no importa lo mal que estén las cosas, las palabras de Patti siempre transmiten un rayo de luz y de esperanza, y creo, honestamente, que esa es la clave del libro. Tal vez porque sea una obra de madurez (Patti tenía más de 60 años cuando escribió el libro, que se publicó en 2010) o tal vez porque Patti es un ser de otro planeta que ha venido a la Tierra para regalarnos arte, Éramos unos niños es uno de esos libros que tiene la capacidad de llegar al alma y, lo que es mejor, animarle a uno a estar al pie del cañón y a pelear por aquello que quiere conseguir. 
Me planteé si estaba destinada a ser artista. No me importaban los sufrimientos de tener vocación, sino carecer de ella.
Otra de las cosas bonitas de este libro (que tiene muchísimas y me daría para varios posts de este blog) es que es todo un alegato a favor de ser fiel a uno mismo. En los tiempos que corren, con todas las redes sociales llenas de mensajes contradictorios y todas las modas (la mayoría de ellas estúpidas) que surgen, creo que el ser capaz de mantenerse fiel a uno mismo es más importante que nunca. Y aquí aparece, de nuevo, el ejemplo de Patti, una tía que no se dejó llevar por las corrientes de su entorno (aunque sí que se vio inspirada por algunas personas pertenecientes a ellas, porque permanecer completamente ajeno a ellas cuando vives en un hotel lleno de artistas es complicado) y siguió siendo fiel a lo que ella quería hacer (que en un principio fue ser poeta pero acabó derivando en un grupo de rock porque así es la vida 🤷), a pesar de que ello marcase una separación brutal con el que empezó siendo su pareja y acabó siendo su otra mitad, Robert Mapplethorpe (cuando lo leáis, lo entenderéis).
De él aprendí que, a menudo, la contradicción es el camino más diáfano para llegar a la verdad.
Patti Smith a día de hoy
Y es que Robert y Patti no podrían haber llegado a ser lo que son sin el otro, y eso es algo precioso. La manera en la que Patti y Robert se amaron durante toda la vida a pesar de todo lo que ocurrió entre ellos (que no os quiero desvelar por si acaso no lo sabéis), es maravillosa. De hecho, mientras lo leía, pensé que el amor entre Patti y Robert es una de las cosas más puras y bonitas que he conocido nunca. Es algo que trasciende (como todo en la vida de Patti) y que, al mismo tiempo, les ayudó a fojarse como personas y como artistas. Patti fue siempre la musa de Robert y él fue quién animó a Patti a que cantase al mundo toda esa poesía que llevaba dentro.
Un ejemplo perfecto para que veáis hasta qué punto ambos son importantes en el éxito del otro es la famosa portada del disco que encumbró a Patti a la fama, Horses (la foto de la derecha). Este disco marcó un antes y un después en la historia de la música e hizo de Patti, con su imagen andrógina, un icono del feminismo. Pues bien, la portada de este disco, con la archiconocida canción Gloria, fue obra de Robert (tras la cámara) y Patti (el vestuario y la persona, claro está). Hoy en día, esta imagen es todo un icono de la música moderna. La voz rasgada de Patti diciendo: «Jesus died for somebody's sins but not mine» es el lema de toda una generación.



Al alzar la vista nos sorprendió la ingenua humanidad de aquel retablo neoyorkino. Robert me cogió de la mano y, mientras la nieve se arremolinaba a nuestro alrededor, lo miré a la cara. Él entrecerró los ojos y asintió, impresionado de ver que los artistas habían llegado a la Calle cuarenta y dos. Para mí, era el mensaje. Para Robert, el soporte. 
Os juro que hay muchísima sabiduría en este libro, y por eso, para mi se ha convertido en una obra esencial. Yo creo que entraría dentro de mi Top 10 (incluso me atrevería a decir mi Top 5) de libros imprescindibles. Ya no solo por la visión tan amplia de la existencia y del arte que otorga, o por la energía que transmite este libro (en algunas partes os juro que sentía energía entre las páginas mientras lo leía), o por cómo el libro te anima a levantarte de tu silla y luchar por lo que quieres, sino porque, mientras lo lees, sientes que hay una verdad profunda e indestructible contenida entre las páginas de ese libro y que, de alguna forma, te está llegando aunque no lo sepas. Este es un libro que os va a emocionar sin ninguna duda, que os va a llegar al corazón y que, de paso, va a hacer que tengáis un nuevo ídolo en vuestra vida: Patti Smith.

Patti Smith y Robert Mapplethorpe en el hotel Chlesea


¿Vosotr@s? ¿Habéis leído el libro? ¡Contadme! Un beso enorme y...

¡Hasta la próxima aventura! 
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