11/11/18

El rincón de los libros: Americanah, de Chimamanda Ngozi Adichie


Princeton, en verano, no olía a nada, y si bien a Ifemelu le gustaba el plácido verdor de los numerosos árboles, las calles limpias y las casas regias, las tiendas con precios exquisitamente prohibitivos y el aire tranquilo e imperecedero de elegancia ganada a pulso, era eso, la falta de olor, lo que más la atraía, quizá porque las otras ciudades estadounidenses que conocía bien poseían olores muy característicos.
Americanah es la última novela de la escritora nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie. Con claros tintes autobiográficos, la obra cuenta la historia de amor de dos jóvenes, Ifemelu y Obinze. Decididos a salir de la miseria de una Nigeria gobernada por la dictadura militar y después de que a Ifemelu le concedan una beca para irse a estudiar a Estados Unidos, el futuro de ambos jóvenes parece ligado al de la Tierra de las Oportunidades. Pero, sin embargo, las cosas entre ellos no tardan en cambiar.  
—La única razón por la que dices que la raza no fue causa de conflicto es porque desearías que no lo hubiera sido. Es lo que deseamos todos. Pero es mentira. Yo vengo de un país donde la raza no era motivo de conflicto; no pensaba en mí como negra, y me convertí en negra precisamente cuando llegué a Estados Unidos. Cuando eres negro en Estados Unidos y te enamoras de una persona blanca, la raza no importa mientras estéis los dos juntos y a solas, porque estáis únicamente vosotros y vuestro amor. Pero en cuanto salís a la calle, la raza sí importa. Pero no hablamos de ello.

Los puntos sobre las íes

Una de las cosas que más interesantes me han parecido de esta novela, es la manera en la que tiene la autora de poner el foco en un tema que, aunque no se hable mucho de él, sigue estando muy presente en nuestro día a día: el racismo. Como con muchos otros movimientos que persiguen la igualdad (el feminismo sin ir más lejos) el racismo tiende a ser un tema que, bajo el lema de "ya se ha superado eso y a las personas negras ya no se las juzga por el color de su piel" o el tan manido "no importa que seas negro o blanco, lo que importa son tus capacidades". Ngozi nos demuestra con esta novela que, de hecho, sí que importa si uno es negro o blanco, e importa mucho. A través del personaje de Ifemelu, que pasa de la pobreza más absoluta a ser una bloguera de éxito que, a través de su blog Raza o Diversas observaciones acerca de los negros estadounidenses (antes denigrados con otra clase de apelativos) a cargo de una negra no estadounidense, Ngozi pone de manifiesto los problemas reales a los que las personas negras se tienen que enfrentar cuando huyen de su propio país. 
—¿Por eso has dejado de comer? Te has quedado sin culo. Yo siempre quise tener un culo como el tuyo —dijo Ifemelu.
—¿Sabes que empecé a perder peso casi nada más llegar? Incluso estuve al borde de la anorexia. Los chicos del instituto me llamaban «foca». Como sabes, en Nigeria, cuando alguien te dice que has perdido peso, no es un cumplido. Aquí, en cambio, si alguien te dice que has perdido peso, le das las gracias. Aquí las cosas son distintas.
A través de los ojos de Ifemelu y de Obinze vemos cómo no es oro todo lo que reluce y cómo ambos tienen que hacer frente a los prejuicios raciales de una u otra manera. El libro nos muestra una visión completamente diferente de la sociedad en la que vivimos, demostrándonos que, aunque no lo creamos, aún queda mucho trecho por recorrer en el terreno de la igualdad racial.
—¡Vámonos a París mañana! —dijo un fin de semana—. Ya sé que es muy poco original, ¡pero tú nunca has estado allí y me encanta tener la oportunidad de enseñarte París!
—No puedo coger e ir a París sin más. Tengo pasaporte nigeriano. Necesito solicitar un visado, con extractos bancarios y seguro médico y toda clase de pruebas de que no me quedaré allí y me convertiré en una carga para Europa.
—Ya, me olvidaba de eso. Vale, iremos el fin de semana que viene. Resolveremos eso del visado esta semana. Pediré una copia de mi extracto bancario mañana.
Aparte del racismo, lo cierto es que la novela trata bastantes temas muy interesantes como el feminismo (no olvidemos que Adichie es una destacada feminista), el choque cultural, la necesidad de reafirmación de uno mismo en un país extranjero, la diferencia entre países desarrollados y subdesarrollados, las relaciones a distancia, la diferencia de clases o, incluso, el suicidio juvenil.

Americanah (que por cierto es el apelativo que se usa en Nigeria para denominar a las personas que han ido a Estados Unidos y luego han regresado a su país) me ha resultado una novela muy completa pero, a la vez, muy ligera. Teniendo en cuenta que la protagonista no deja de rodearse de personas que pertenecen al ámbito académico, hubiera sido muy fácil que Adichie acabase cayendo en el error de hacer una novela con un lenguaje excesivamente rebuscado o complejo, o de plantear temas demasiado abstractos y completamente ajenos al lector. Y, sin embargo, no ocurre nada de eso. En ningún momento la novela cae en un tono academicista sino todo lo contrario. Tanto Ifemelu como Obinze nos demuestran que, si bien han tenido relación con estos círculos de una u otra manera, no dejan de ser personas normales cuyo único objetivo es salir adelante de la mejor manera posible. Ifemelu es consciente en todo momento de que está viviendo en un país que no es el suyo y que nunca acabará por aceptarla por completo, y para defenderse en este mundo hostil acaba por recurrir a su ojo crítico y a su característica capacidad de decir lo que piensa sin tapujos, cosa que me encantó. Creedme cuando os digo que los 'zascas' de esta mujer son ÉPICOS.
A veces le preocupaba ser demasiado feliz, y entonces, se le torcía el ánimo y arremetía contra Obinze o se mostraba distante. Y su alegría se convertía en desazón y aleteaba dentro de ella como si buscara un resquicio por el que salir volando. 
La novela tiene el peculiar 'estilo Adichie' que, a mi personalmente, me encanta. Sus frases son sencillas pero sin llegar a ser ese tipo de frases cortas y directas, sino que se nota una preocupación por el estilo detrás. Además, la capacidad de la autora para describir los lugares a través de maneras tan sugerentes como los olores cobra una especial importancia y permiten que el lector se sumerja completamente en esta historia, que siempre te mantiene enganchado de una u otra manera.

He de confesaros que, en un primer momento, no me interesaba demasiado la historia, porque no me parecía que algo tan sencillo como la historia de amor entre dos adolescentes que se ven obligados a separarse fuese para mí. Y, sin embargo, Adichie ha sido capaz de tratar en su novela tantísimas cosas, que este libro me ha parecido imprescindible. Porque, bajo el envoltorio de la historia de amor de Ifemelu y Obinze, hay muchas más cosas que trascienden a los propios personajes y que nos hacen pararnos a pensar en la sociedad en la que vivimos. A través de sus protagonistas, somos capaces de captar cosas que solamente una mujer negra podría contarnos porque, por mucho que nos esforcemos, las personas blancas no vamos a ser capaces de verlo. Sé que esta es una verdad muy dura (y un tanto incómoda), pero esta novela nos demuestra que el tema de la raza es un tema candente incluso a día de hoy, y que es un aspecto que envuelve todos y cada uno de los instantes de las personas negras que viven en otro país mayoritariamente blanco.
«El primer paso para una comunicación sincera sobre la raza es tomar conciencia de que uno no puede considerar iguales todas las formas de racismo», dijo, y a partir de ahí, acometió un discurso cuidadosamente preparado. Cuando, al acabar, dijo «Gracias», complacida por la fluidez de su charla, los rostros de los presentes permanecieron inexpresivos. Los aplausos desganados la sumieron en el desánimo. [...] Esa noche recibió un e-mail: EN TU CHARLA NO HAS DICHO MÁS QUE CHORRADAS. ERES UNA RACISTA. TENDRÍAS QUE AGRADECER QUE TE HAYAMOS DEJADO ENTRAR EN ESTE PAÍS.
Lo curioso de la novela es la manera tan diferente en la que Ifemelu y Obinze viven sus particulares experiencias en el extranjero. Curiosamente, aunque Ifemelu era la que menos deseaba vivir fuera, es la que se lleva 'la mejor parte', mientras que Obinze, por el contrario, se ve catapultado a lo más sórdido y se lleva lo peor en la lotería que supone viajar a otro país tratando de buscar un futuro mejor:
Todo el mundo bromeaba sobre la gente que se iba al extranjero a limpiar váteres, y por eso mismo Obinze afrontó su primer empleo con ironía: en efecto estaba en el extranjero limpiando váteres.
Lo que más me ha cautivado de esta novela, aparte de el hecho de que sea increíblemente completa, es cómo los personajes van evolucionando sin que apenas nos demos cuenta. Puesto que transcurre a lo largo de 15 años, vamos asistiendo a la maduración de los protagonistas y vamos viendo cómo cambian a la vez que nosotros vamos cambiando con ellos. Me gusta que en la novela se respire constantemente un poso de realidad que, sin duda, emana la propia experiencia de la autora. El libro es casi como una especie de 'guía vital' para todos aquellos jóvenes africanos que quieren emigrar a países como Estados Unidos (una guía que, por otro lado, les demuestra que no es oro todo lo que reluce y que no todo es perfecto solamente porque uno se ha ido al extranjero, que es algo que yo creo que todo el mundo tiende a pensar), a la par que permite que las personas blancas que vivimos en los países desarrollados podamos ser capaces de darnos cuenta de nuestras propias estupideces. Adichie señala con el dedo todos y cada uno de los vicios de la sociedad blanca (empezando por el empeño de hacer ver a toda persona negra con la que nos encontramos que No Somos Racistas poniendo ejemplos como que 'tenemos un niño apadrinado' o intentar sacar el tema de África sin venir a cuento), a la par que nos muestra las distintas caras de las personas negras que vienen a lugares como Europa con el único objetivo de labrarse un futuro mejor que el que ya tenían, aunque el que tuviesen desde un principio no fuese tan espantoso como el que tendemos a imaginar.

En definitiva, con Americanah, Chimamanda Ngozi Adichie no ha hecho otra cosa que ofrecer un puente hacia el entendimiento entre razas.

 ¿Y vosotros? ¿Qué opináis? ¿Habíais leído algo de Chimamanda? ¡Dejad vuestro comentario! Un besito y...

¡Hasta la próxima aventura!
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3 comentarios:

  1. Hola Alejandra! Lo que AMO de tus reseñas es que siempre logras que me atraigan todos los libros, incluso aquellos de los que nunca creí que me vería atraída: este es un gran ejemplo. Me encanta encontrar la sinceridad en tus palabras y ver que la lectura de este libro te llegó, lo que significa que puede llegarme también ♥
    Hermosa reseña!
    Un cariño grande,
    Poema a un muerto

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  2. ¡Pero cómo te explicas tan rematadamente bien! En serio, me encanta el vocabulario que usas en tus reseñas y más en esta. No conocía el libro, pero ya mismo se va a mi lista para leer de Goodreads. Y sí, es muy triste que a día de hoy siga habiendo racismo y, peor aún, negarlo cuando se ve a la legua que es asi. Ojalá llegue el día en que la humanidad abra los ojos. Ya no que reaccione ante las injusticias, eso sería pedir demasiado, simplemente que no sea tan hipócrita de decir que no cuando es que sí. La honestidad seguro que sería un primer paso ideal para todo el camino que queda por recorrer para lograr un mundo donde todos podamos ser felices y vivir en paz.
    Sin duda, leeré a esta autora activista :) ¡Gracias por descubrírmela, cielo!
    Un abrazo enorme <3

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  3. ¡Hola!

    Ya he visto en varios blogs reseñas de libros de esta autora, pero hasta hace poco no me animé a leer ninguna de sus obras. De hecho, ha sido gracias a las clases de inglés que he podido hacerlo, hehe.

    Respecto a la novela que reseñas, tengo que admitir que parece bastante interesante (más que The thing around your neck, que es la que estoy leyendo).

    A ver si más adelante me animo a leer la que propones y a descubrir un poco más a esta autora 😊.

    ¡Besos y nos leemos!

    Marieta ~ Relatos de una náufraga

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