25/3/18

El rincón de los libros: Tú no eres como otras madres, de Angelika Schrobsdorff


Hoy, 30 de junio, día de su cumpleaños, he sacado de mi baúl del pasado el librito largo y estrecho.
Tú no eres como otras madres es la ópera prima de Angelika Schrobsdorff. A pesar de que la autora escribió una decena de libros, esta novela autobiográfica fue todo un boom en 2016, año de la muerte de la propia Angelika. El libro narra la vida de Else, la madre de la protagonista, una mujer independiente y de familia judía que vive a su manera la primera mitad del s. XX.

Ante todo, humana

Llevaba viendo este libro en todas las listas de 'los mejores libros del año' durante no sé cuánto tiempo. La portada me atraía, pero al final, por un motivo u otro, nunca acababa de comprármelo. Por eso me llevé la sorpresa del siglo cuando, en la biblioteca, me lo encontré. Así que ni corta ni perezosa, me decidí a llevármelo. Por supuesto no sabía de qué trataba, y esto ha jugado mucho a favor de la novela. Sé que va a sonar horriblemente mal, pero si alguien me hubiese dicho que este libro trataba de una mujer judía durante la Alemania nazi, creo que se habría quedado en la estantería de la biblioteca bien a gusto. Y es que no sé vosotr@s, pero a parte de que para mi el culmen de la literatura de la situación de los judíos durante la IIGM llegó con el Diario de Ana Frank, la verdad es que, admitámoslo, el 99% de las historias de este tipo siguen el patrón de: familia-judía-que-es-feliz-llegan-los-nazis-y-se-los-llevan-a-un-campo-de-concentración-donde-pasan-muchas-penurias-y-mueren. Es así. El 95% de los libros (datos estimados por mi experiencia) son las penurias de las familias en los campos de concentración. Los libros sobre el nazismo suelen ser horribles, acabas llorando y odias a la humanidad porque son una sucesión de torturas tras otra. A la hora de cogerlos, tienes que saber que vas a lo que vas. 
Sin embargo, este libro es diferente porque muestra otra cara distinta. Nos muestra la realidad de las personas que lo pasaron realmente mal aunque no estuviesen en un campo (que parece que solamente los judíos que estuvieron en los campos fueron los que sufrieron y que el resto del universo vivió tan feliz y tan contento y no fue así). Esta novela nos muestra que el sufrimiento de las familias y de las personas que vivieron una guerra tan cruda como fue la II Guerra Mundial también ocurrió fuera de los campos de concentración, y esa visión me ha resultado muy novedosa. Creo que leyendo esta novela uno es incluso más capaz de tomar conciencia de lo horrible que fue ese momento que leyendo una obra de campos de concentración, en la que es más fácil que uno se distancie o que lo vea como algo ajeno (precisamente porque estamos más acostumbrad@s a historias de este tipo). Sin embargo, Tú no eres como otras madres, nos ofrece una visión mucho más personal pero, a la vez, más humana que cualquiera de los otros libros que podamos leer.
Los de nuestro círculo me resultaban insufribles. Todos comerciaban con tela, cueros o pieles, hablaban una jerga feísima y eran toscos e incultos. Me decían que tenía que conseguir un buen partido. Yo me ponía furiosa cuando se lo oía decir. Casarse, por supuesto, pero por amor. Lo del buen partido era una cosa muy judía, y yo, en este punto, no soportaba lo judío. 
La novela narra la historia de Else, una mujer judía que vive transgrediendo las normas desde el principio. Para empezar, a pesar de que proviene de una familia judía, ella siente atracción hacia el lado cristiano. Aunque no paran de marearla durante toda su infancia y adolescencia con que tiene que encontrar a un buen marido, ella se enamora de un escritor cristiano que no tiene dónde caerse muerto y rechaza al 'buen partido' judío. Se enamora y se desenamora. Ríe, baila, no da palo al agua y siempre busca rodearse de cosas bellas y de gente interesante. En fin, todo lo contrario a lo que se supone que debería ser una mujer de buena familia como ella. Sin embargo, Else se las arregló para vivir siempre a su manera, ganándose un buen número de amigos por el camino que la ayudaron durante toda la vida.
—No puedes imaginarte cuánto nos divertíamos —dice Ilse. Me lo puedo imaginar perfectamente, ¿y por qué no deberían haberse divertido? Eran jóvenes, exaltados, confiados, egocéntricos, enamorados de la vida, enamorados del amor. Habían vivido la abdicación del káiser, los avatares y dolores de parto de la República de Weimar, la inflación, el paro masivo, el crack económico. No ganaban para sustos, y no obstante el grano que les salía justo el día de la primera cita con un hombre codiciado les era más importante que un acto de terror de las SA, por ejemplo.
El libro no es solamente la historia de una madre, es la historia de una mujer. Se habla poco sobre la dualidad de madre y mujer que tienen todas las madres de este planeta (sí, las vuestras también), y sin embargo, es una realidad palpable. Porque si ya de por sí las mujeres (y más aún en aquella época) estamos sometidas a la presión de tienes-que-ser-madre, cuando ya eres madre, te ves sometida a una presión aún más fuerte y es que tienes que ser UNA BUENA MADRE. ¿Y cómo demonios se es una buena madre? Nadie lo sabe. Pero TIENES QUE SERLO. Leyendo reseñas que circulan por Internet de este libro, me ha hecho mucha gracia porque me he encontrado frases como "la vida de una buena mala madre" o "un canto a las malas madres" y gilipolleces por el estilo. Sinceramente, yo no veo en Else ni "una buena" ni una "mala madre". Veo a una mujer que lo hace lo mejor que puede para vivir su vida. Las madres son como son, porque son personas como todos. Cometen errores porque nadie tiene ni idea de cómo demonios se cría a un/a hijo/a. Y creo que, en este aspecto, este libro transmite una enseñanza muy potente y que todos deberíamos tener muy en cuenta: el que una mujer tenga hijos no implica que automáticamente deje de pensar en sí misma. Ser madre no implica dejar de ser mujer, y aunque muchas mujeres en cuanto tienen un hijo parece que se olvidan de si mismas, lo que verdaderamente ocurre es que se amoldan a lo que la sociedad les ha dicho que tienen que hacer (de ahí que haya muchas más mujeres que hombres con depresión). Parece que este es un tema tonto, pero en realidad es una lucha muy dura.
¿Por qué escapé yo —de la forma que fuese—? Yo, que fui tan mala hija y madre. ¿Alguna vez he hecho algo que haya tenido un sentido y valor profundos? ¿No ha sido mi vida más que una cadena de locura, superficialidad, egoísmo, ansia de placer, delirio erótico? ¿Tú también ves con tanta claridad todos tus errores y te siguen torturando como a mí? Yo sólo veo mis errores y nada, absolutamente nada, en lo que pudiera sostenerme, de lo que pudiera decir que estuvo bien y fue decente. No obstante, a veces ni siquiera me arrepiento. Fue, a pesar de todo, bello.
Otra de las cosas que hace a esta novela tan bella es el maravilloso proceso de aprendizaje que refleja. Resulta refrescante encontrarse con un personaje tan real como Else, que comete errores y, sobre todo, que los acepta. Else toma algunas decisiones que son erróneas pero que, en su momento, parecían las correctas y como cualquier persona del mundo mundial, luego se enfrenta a las consecuencias de sus actos (cosa que en muchos libros no ocurre Y ME PONE NEGRA). De algunos de esos errores, surge una oportunidad. De otros no, y solamente quedan como algo que podría haber sido. Nunca sabremos si, a la larga, fue la mejor decisión que pudo tomar, pero la vida es así querid@s.
Como veis, es una novela que trasciende los límites de la historia de una mujer judía durante la época nazi, y creo que eso es lo que más me ha gustado de la historia, que tiene múltiples lecturas más allá del mira-que-horrible-fue-todo. No deja de ser una historia personal como otra cualquiera, y cada una de las personas que aparecen en el libro podría tener su propio libro, pero aún así, es una novela cautivadora. La historia de Else es la de una mujer que, sencillamente, hace lo que puede por sacar a sus hijos adelante, que quiere lo mejor para ellos pero que tampoco desea renunciar a su propia felicidad. Es la historia de una mujer cuyo único objetivo fue vivir una vida tranquila y divertirse viviéndola y creo que, su experiencia, ya sea por antigua o por todo lo que tuvo que pasar, nos puede servir a tod@s.
¿Por qué siempre y en todo la lección se aprende tarde? [...] Pese al amor que os tenía, era impaciente y no me controlaba, os regañaba y gritaba y nos volvía locas a mí y a vosotras. ¿Para qué sirvió? Para tener mala conciencia, entonces como hoy [...] Nunca más podré reparar lo que dejé de hacer en aquel entonces. Recuérdalo. Y también que hay que estar feliz de ser joven y tener salud, de saber que a una la quieren y la necesitan. Cada día hay que estar feliz por ello. La vida pasa tan deprisa, y cuando se acerca su término, uno se pregunta: ¿por qué la he dilapidado así?. 
En cuanto a la estructura, lo que más me ha llamado la atención es que el libro está dividido en tres capítulos (al principio pensé que no tenía capítulos en absoluto porque el primero tiene unas 330 páginas y como persona que no puede dejar un capítulo a la mitad sufrí mucho), pero esta división está más que justificada. En cuanto al estilo, me ha resultado muy interesante que la autora vaya alternando entre la segunda y la primera persona (sí, sí, segunda persona por muy raro que parezca), pero estos cambios dan una cierta visión personal de la novela que, la verdad, no hace sino que el lector se sumerja más en ella.
Lo cierto es que la manera en la que la novela está escrita al principio resulta un poco chocante por su novedad, porque parece como si la autora lo hubiese escrito para sí misma, mezclando pasado con futuro, con descripciones borrosas y alguna que otra digresión, pero todo esto hace que la novela sea mucho más auténtica. Y es que, sin duda, esta es una de esas novelas que, cuando se terminan, inevitablemente uno se queda pensando un buen rato con el libro entre las manos.

P.D: Desde aquí quiero lanzar besos y abrazos a todas las madres y mujeres del mundo, que son maravillosas. Y en especial, obviamente, a la mía, que es la más bonita del Universo y de la galaxia sideral. ¡Te quiero mamá!

¿La habéis leído? ¿Qué os pareció? ¡Se abre el debate! Un besazo enorme y...

¡Hasta la próxima aventura!
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4 comentarios:

  1. ¡Hola! La verdad es que está genial conocer todos los puntos de vista y es cierto que cuando nos mencionan una historia de este tipo siempre tendemos a recordar a Ana Frank pero hay otras historias muy buenas que seguro que conseguirían sorprendernos positivamente. Un besote :)

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  2. ¡Hola!
    La verdad es que en este momento tengo muchos libros pendientes, y tampoco me llama mucho la atención el libro, así que lo dejaré pasar.
    Gracias por la entrada.
    Besos<3

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  3. ¡Hola! Me gusta mucho leer novelas con referencias históricas así que esta me la llevo apuntada. Además, como bien dices, estamos acostumbrados a leer la otra cara de la moneda con respecto a este tema. Creo que es un libro obligatorio de leer, al igual que el de Anna Frank :).
    Gracias por la reseña :).
    Un beso desde Jardines de papel .
    ¡Nos leemos!

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  4. ¡¡Hola Ale!! No me he leído ningún libro, en realidad, que hable de la IIGM. Anna Frank no me lo terminé porque no me gustó, y me siento tan miserable diciéndolo... De todas maneras, yo siento una curiosidad enorme por leer libros de la IIGM, solo para saber más, conocer más, un poco raro porque, como tú dices, después me pondría a llorar odiando a todo el mundo peor como Elizabeth Bennet. Pero este libro es tan peculiar! Qué solo tiene tres capítulos???? Eso es nuevo. Y me atrae bastante que sea tan personal y tan real, y por lo que muestra de la figura de la mujer y de la madre, simplemente no lo puedo dejar pasar así como así. Espero poder conseguirlo con rapidez, porque ya me dieron muchas ganas de leérmelo^^ ¡Un beso!

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