27/6/17

El rincón de los libros: La Hija de Cayetana, de Carmen Posadas


Madrid, noviembre de 1788
—Déjame que la vea una vez más, Rafaela. Qué guapa es mi niña, por favor, no te la lleves. Y descuida, estoy perfectamente. Además, el doctor Bonells ha dicho que puedo tenerla un poco más conmigo. María de la Luz, ese será su nombre, el que mejor le va. ¿Pero has visto qué ojos? Parecen dos esmeraldas. Aunque será mejor que avisemos cuanto antes al padre Alfonso para que le eche las aguas bautismales. Llega el verano y uno nunca sabe con estos calores. Acuérdate de lo que pasó cuando yo nací. 

LA OBRA: La Hija de Cayetana

LA EDITORIAL: Espasa

LAS PÁGINAS: 517

LA AUTORA: Carmen Posadas (1953) es una escritora uruguayo-española, hija de un diplomático y una restauradora. Según la revista Newsweek es “una de las autoras latinoamericanas más relevantes de su generación” y ha vivido en países como Argentina, Inglaterra, España o Rusia. Aunque empezó a estudiar en la Universidad de Oxford, abandonó para casarse con su primer marido, Rafael Ruiz de Cueto, de quien se divorció para volver a casarse con el exgobernador del banco de España Mariano Rubio. Ha sido presentadora del programa de TVE Entre Líneas y ha sido galardonada con el Premio Planeta por el libro Pequeñas Infamias. Ha escrito un poco de todo: ensayo, novela y literatura infantil, y su obra es bastante extensa. 

EL ARGUMENTO: El libro narra la historia de María Luz Álvarez de Toledo, o, como ya avanza el título de la obra, la historia de la hija adoptiva negra de la Duquesa de Alba, Cayetana Álvarez de Toledo. La novela cuenta la historia de las dos madres de la niña: la madre biológica, Trinidad, una esclava cubana que mantuvo un apasionado romance ilícito con su amo, Juan García, que desaparece en una tormenta dejándola a ella con una niña recién nacida y una esposa despechada que no duda en deshacerse de la criatura. Trinidad busca a Juan, su enamorado, para juntos poder dar con el paradero de su hija, Marina. Pero la niña ha ido a caer en manos de la excéntrica y campechana duquesa de Alba, quien le ha puesto de nombre María Luz y a la que ha educado y quiere como si de una hija biológica se tratase. 

LOS PENSAMIENTOS: La Hija de Cayetana es una de esas historias que el tiempo ha ido poco a poco dejando caer en el olvido, pero que Posadas se ha encargado de recuperar. (Casi) todo lo que aparece en el libro es real, algo que resulta verdaderamente positivo, dado que uno, siempre que lee novela histórica, tiende a quedarse con el beneficio de la duda de si lo que se retrata ocurrió en realidad o no.
La autora muestra la cara más oculta de Cayetana de Alba, una mujer libre, divertida y dicharachera que rompe con todos los convencionalismos de la época, no solamente atreviéndose a abrir las puertas del palacio a todo el pueblo, en un maravilloso ejercicio de democracia —esta escena me sorprendió enormemente porque no creo que hoy en día nadie de la clase alta, y menos aún de la nobleza, se atreviese a abrir las puertas de sus palacios y sus jardines para celebrar una fiesta en la que todos estuviéramos invitados— sino adoptando a una niña negra, hija de una esclava, y queriéndola como si de su vientre hubiera salido hasta el punto de jugarse la vida por ella. No estoy del todo segura de que una historia como ésta pudiera pasar hoy en día, y por ello me parece un libro necesario. La novela es un canto al amor sincero y genuino, sin importar razas o posiciones sociales. Es una muestra del amor que una madre puede sentir por su hija, y una demostración de que la maternidad no tiene siempre por qué venir aparejada por lazos biológicos. 
El amor es un personaje omnipresente en la novela. Incluso me atrevería a decir que el libro podría considerarse como una disertación de los distintos tipos de amor que uno puede experimentar a lo largo de la vida (amor de madre o de hija, amor en la distancia, desamor, amor de amigas, amor al dinero, amor a uno mismo o amor a lo que no se tiene), además de que el tema de la esclavitud y de lo que significaba ser esclava en el s.XVIII está muy bien tratado. 
Pero, sobre todo, resulta muy enriquecedor el hecho de que la mayoría de los personajes más importantes de la novela sean mujeres, ya que su voz suele quedar a menudo en un segundo plano en casi todas las historias, y más aún si éstas tienen lugar en el plena Ilustración, donde una mujer ni pinchaba ni cortaba. Resulta alentador ver que en tiempos pasados hubo mujeres fuertes como Trinidad o la duquesa de Alba, que pasaron olímpicamente de convencionalismos y se animaron a ser valientes y tomar las riendas de su propia historia. Ojalá, en el futuro, puedan contarse historias como éstas ambientadas en nuestra época y no sean la excepción que confirma la regla.

¡Hasta la próxima aventura!

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1 comentario:

  1. Pues me encanta que nos recomiendes está novela. Creo que me puede gustar. Esta me la apunto para leer histórica. Wiiii
    La viajera hechicera ❤

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